Establecida formalmente en 2020 (tras una cooperación más informal durante los últimos 15 años), la Red del Agua de Bonn (BWN, por sus siglas en inglés) reúne las capacidades de nueve instituciones con sede en Bonn y dos instituciones asociadas con sede en Berlín y Coblenza, todas ellas de reconocido prestigio por su trabajo sobre el agua y cuestiones relacionadas en la investigación internacional, la política de desarrollo y la formación.
La red está formada por once instituciones de renombre con una larga experiencia en temas relacionados con el agua:
- el Centro Internacional de Bonn para el Estudio de Conflictos (BICC)
- la Universidad de Bonn, con su Instituto de Geografía (GIUB), titular de la Cátedra UNESCO de Sistemas Hídricos Humanos
- el Centro de Investigación para el Desarrollo (ZEF)
- el Instituto de Higiene y Salud Pública (IHPH)
- el Instituto Alemán de Desarrollo y Sostenibilidad (IDOS)
- el Centro de Derecho Ambiental de la UICN
- el Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS)
- la Secretaría de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD)
- la Alianza Mundial de Asociaciones de Operadores de Agua (UN-Habitat/GWOPA)
- la Red de Integridad del Agua (WIN), con sede en Berlín
- el Centro Internacional de Recursos Hídricos y Cambio Global (ICGWRC), con sede en Coblenza
Los miembros de la red se ocupan de problemas relacionados con el agua en todo el mundo y, junto con sus socios científicos y prácticos, contribuyen a encontrar soluciones sostenibles y socialmente adecuadas. Investigar cómo la cooperación transfronteriza en África puede ayudar a hacer un mejor uso del agua para la energía y la agricultura, apoyar a los responsables políticos y a las partes interesadas a todos los niveles a nivel mundial en la mitigación del riesgo de sequía, o simular cómo y dónde el cambio climático está afectando a los recursos hídricos en Nepal y la India son contribuciones ejemplares. También cabe citar el desarrollo de soluciones para resolver conflictos por el agua y fomentar la gestión sostenible de los recursos hídricos en Jordania, Marruecos y Mongolia, así como la búsqueda de estrategias de adaptación sensibles al clima para reducir el riesgo de inundaciones en Togo y Benín.